HUMOR PARA QUE EL CONTROL NO ESTÉ DIBUJADO

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Es la 5ta. Aventura que emprendemos desde el humor a temas sensibles de los argentinos y es la 1ra que no disfrutaremos de la protección afectiva y genial del Negro Caloi.

Te echamos de menos como amigo, como persona y como artista. Estás presente. 

El arte educa al corazón, con un corazón educado la raza humana sería diferente, más fraternal, más honesta, más responsable.

Lo mismo le pasaría a la política y a los gobiernos. La persona que trabaja en el control necesita agudeza, espíritu crítico y libertad. Nada de eso viene con los textos técnicos de auditoría; se aprehende con la experiencia de la convivencia, con lo sensorial. La observación, la apreciación, el goce, la valoración de la pieza artística nos ayuda en esta educación.

El humor puede servir para golpear, para conmover las conciencias civiles, para estimular la reflexión y el pensamiento crítico. Esta publicación tiene ese propósito. Es un hecho artístico y cultural que conlleva desde los trabajadores del control un compromiso para sentirnos cada vez más útiles socialmente, poniéndole los límites que corresponden a quienes se les ha confinado la responsabilidad de gobernar. Pretende que sus lectores vean en la serie gráfica algo más que los trazos artísticos. Que encuentren allí motivos para pensar que el correlato del control eficiente es una mejor calidad de vida para los argentinos.

Les obsequiamos con nuestro mayor afecto, nos obsequiamos la oportunidad de gratificarnos interiormente y de instruir nuestra sensibilidad. Vaya nuestro eterno agradecimiento y reivindicación la valor moral del arte.

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Hugo Quintana

Secretario General de APOC