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Abril - Mayo 2022

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GOLIAT PERSISTE

 

TEXTO CURATORIAL

La ciudad se presenta como un escenario a descifrar. Buenos Aires vista en un parpadeo constante y veloz que proyecta por instantes, como una pantalla rota y fragmentada, los signos dislocados del panorama cotidiano. Los trayectos están montados sobre una topografía imaginaria, alusiva, cuya capa significante l+s artistas producen como consecuencia de utilizar la propia realidad como material. Cercanas, propias o ajenas, ocultas y evidentes, contrastantes e inevitables, las imágenes -sonoras, táctiles, visuales- apuntan a transcribir la sinestesia propia del que percibe con todos los sentidos y atrapa en el camino su propia ciudad.

 

Organismo vivo y palpitante, día a día, la metrópoli recita versos ruidosos con voz de asfalto. Buenos Aires se hace oír en la reverberación maquínica del sonido de los transportes públicos que repican por las paredes húmedas; se lee en los carteles de anuncios publicitarios, en las pancartas de los manifestantes, incluso en la desesperada búsqueda de animales perdidos; se agita en la velocidad con que marchan sus habitantes impulsados por quién sabe qué neurótico apremio; se olfatea en los humores que suben de los arroyos soterrados y se esparcen por las alcantarillas; se ve en el instinto demoledor que acopla arquitecturas clásicas con posmodernas, modernas con arcaicas; se sueña en la fantasía europeizante de pensarse la París de Latinoamérica; se desea en su perseverancia por lo venidero, porque aquí lo que está hecho es en realidad lo que está por hacerse y de allí su capacidad para hacernos sentir anárquicamente libres; y aún, inabarcable como toda ciudad, a Buenos Aires “se la interpreta con los ojos porque ha sido construida para ser vista. Y de ahí el poder de fascinación que ejerce: mirando la ciudad se inhibe la facultad de raciocinio y uno niega o afirma en estado hipnótico”. La última frase pertenece a La cabeza de Goliat, un ensayo escrito en 1940, por Ezequiel Martínez Estrada, quien es todavía hoy un guía imprescindible para amar y desarmar a Buenos Aires. En su prosa sin escrúpulos logra transcribir con audacia su esencia inatrapable: “En Buenos Aires todo está a la vista y es conocido; por eso todo nos interesa apenas y por poco tiempo. Carece de ayer y no tiene forma adulta. De esa falta de forma adulta, de plenitud de vida interior, nace su ilimitada y loable esperanza en lo por venir, que tanta grandeza material representó para la urbe. De esa falta de plan orgánico nace la intrascendencia y superficialidad de la vida en Buenos Aires”.

 

En Goliat persiste los acercamientos conceptuales que emergen de los diferentes proyectos artísticos nos permiten, en su capacidad para reconocer nuestro entorno, alejarnos del canon con que estamos habituados a pensar nuestra ciudad y aproximarnos a colecciones tácticas, páginas esmeriladas de figuritas, objetos, postales, fotocopias de perfiles genéricos, vidrieras, mosaicos y sonografías, para imaginar otras relaciones con el espacio urbano. Ficciones construidas a partir de relieves, desvíos, caídas al plano y desde el plano, tránsitos y derivas que no pueden definirse por su huella gráfica porque ahondan en el descubrimiento de territorios ignotos, inconclusos, espectrales. Turistas extrañados en su propia ciudad, sus microdesplazamientos persisten porque instauran una mirada que desde el centro cuestiona su propio índice.

Lorena Alfonso, curadora

Artistas

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Roger Colom

Alan Courtis

Bruno Dubner

Florencia Levy

Clara Nerone

Gabriel Valansi

Fechas

Inauguración: 25 marzo 2022

Cierre: 24 mayo 2022

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